Mi nombre es Keira Swan y esta es mi historia.
Siempre he sabido que yo no era una persona corriente. Desde
pequeña mi madre me miraba raro y yo sé, aunque ella no me lo haya dicho que me
temía. Hasta que no tuve 13 años no supe la verdad. Y preferí no haberla sabido
nunca. Pero para poder entender como soy hay que remontarse a hace 10 años,
cuando yo tenía 7. Nunca fui una niña muy cariñosa, ni muy amable. Nunca he
tenido amigos que me durarán más de dos días porque la mayoría huían después de
conocer lo que sucedió el día “del incidente”.
Aquel el día en el que juagaba en el parque con Mila, mi
vecina en Detroit. Desde que recuerdo siempre estábamos juntas. En la guardería
fue la primera niña que se acercó a jugar conmigo y luego íbamos al parque a
jugar hasta que un día, un 17 de mayo para ser exactos. La maté. Yo no quería
hacerlo. Fue sin querer, pero ocurrió. Algo salió de mis manos haciendo que
Mila muriera delante de mis ojos con tan solo 7 años. Que si lloré? No. Yo no
sabía que había pasado hasta que varios días después mi madre me dijo que mi
amiga había fallecido por causas naturales. Yo me lo creí, tenía tan solo 7
años, pero a día de hoy sé que yo le causé la muerte porque no quería compartir
su juguete. Sí, murió por mi culpa y esa
pena y dolor me persigue desde entonces. Ya no soy la niña sonriente y cercana
que era entonces. Ahora me he vuelto distante con toda la gente que me rodea
por miedo a hacerles daño. Incluso mi madre me tiene miedo. Con 13 años por
fin, descubrí que había sido yo la causante de la muerte de Mila porque era
hija de Zeus. Lo primero que pensé cuando mi madre se sentó a a mi lado a
contarme la historia fue que me estaba tomando el pelo, que se estaba riendo de
mi, pero al parecer era real.
Cuando mi madre era joven había tenido un idílio con el más
famoso de los Dioses aunque ella no se enteró hasta que yo nací y descubrió la
marca en forma de rayo que tengo en el hombro derecho. Y así fue como mi madre
fue atando cabos hasta descubrir la verdad. Se había enamorado de un Dios que
la había abandonado dejándola embarazada. Muy propio de los Dioses. Siempre tan
majestuosos y tan prepotentes, sin preocuparse nunca por las consecuencias de
sus actos. Como verás no le tengo demasiado aprecio a mi padre. Bueno, ni a mi
padre ni al resto de los “adorados” dioses.
Desde que tenía parte humana y parte dios mi vida cambió por
completo. Si desde la muerte de Mila era retraída ahora todavía más. Soy
peligrosa. Puedo matar a la gente con solo tocarla y cuando me pongo nerviosa
ocurren cosas malas. Pero desde que supe de la existencia del campamento
mestizo mi vida ha cambiado un poco. Quiero pertenecer a ese campamento. Quiero
estar con gente como yo, no rodeada de débiles. Pero no sé donde está ese
campamento. Solo sé que su entrada se sitúa al lado de un árbol creado en honor
a Thalia. Abandonaré a mi madre para no hacerle más daño y me iré para siempre
al campamentos. Si es que lo encuentro.
Mi aventura empieza aquí.
Pues lo has hecho super fiel al libro *^* ¿Cómo mató a su amiga? Parece que es común eso de que todos los mestizos odien a sus padres xDD
ResponderEliminarSeguiré leyéndote :) Un beso! ^^
Dios, se ve interesante el comienzo *_*
ResponderEliminarTienes que seguir cuanto antes xD
Sería un puntazo que hicieramos una historia conjunta para más adelante.
¡Vamos hijas de Zeus!